En este se resalta que la legislación en Iberoamérica, establece los derechos y deberes de los inmigrantes y extranjeros y también las instituciones que deben atender a dicha población; además, hace énfasis en que todas las regulaciones están bajo el marco de los tratados internacionales y de las leyes mayores en cada territorio, es decir de la Constitución de cada país.
Finalmente, en el estudio se menciona que hay una buena aceptación de la inmigración en Iberoamérica; y resalta los aportes económicos que estas personas hacen y su contribución al enriquecimiento cultural. Sin embargo, y pese a que hay una disposición a compartir bienes simbólicos por parte de los ciudadanos, también se hace evidente el temor por el incremento del número de extranjeros en los diferentes países, y sus consecuencias en la consecución de trabajo, la disminución de salarios y la perdida de la calidad en los servicios públicos.