En este se hace referencia a la importancia de formar el cerebro de los niños que serán los líderes en el futuro, principalmente desde el momento de la concepción hasta cuando entran al colegio. De no ser así, al no invertir en la infancia, los países tendrán que asumir consecuencias muy costosas a largo plazo, lo anterior debido a que los niños sufrirán más problemas de salud y tendrán un desarrollo más lento de sus aptitudes, potencial para el avance de los países.
Además, en este se muestran algunas ventajas y beneficios a largo plazo que se obtienen al invertir en la niñez como lo son la mejora en la salud y en la educación, la disminución de las tasas de delincuencia y el incremento de los ingresos individuales debido a una mano de obra más competente y mejor preparada que contribuirá para afrontar mejor los retos de una economía digital a escala mundial.