La violencia sexual en los conflictos genera prostitución forzada, esclavitud sexual, violaciones, esterilización forzada, embarazos forzados y demás situaciones que atentan contra la integridad sexual de hombres, mujeres y niños. En muchos casos, las víctimas se abstienen de denunciar por temor a los estigmas sociales y otras repercusiones. Según Naciones Unidas, se estima que, por cada ataque ocurrido en situación de conflicto, hay entre 10 y 20 casos, que no son denunciados[1].
El Consejo de Seguridad de la ONU, por medio de la resolución 1820 de 2008, determinó que, en situaciones de conflicto, la violencia sexual ha sido utilizada como táctica de guerra y terrorismo, razón por la cual se le ha declarado como como una amenaza a la seguridad y obstáculo al restablecimiento de la paz. Esta declaración ha tenido un significado muy importante, ya que enlista la violencia sexual como crimen de guerra; y en caso de que se trate de un ataque repetitivo, o colectivo, como crimen de lesa humanidad[2].
Algunos de los países más afectados por violencia sexual en los conflictos armados son: Bosnia y Herzegovina, República Centroafricana, Colombia, República Democrática del Congo, Liberia, Mali, Costa de Marfil, Somalia, Sudán del Sur, Sudan (Darfur) y República Árabe de Siria. Es importante destacar, que las personas más afectadas suelen ser las víctimas de desplazamiento, madres cabeza de hogar, personas detenidas, migrantes, viudas, mujeres y niños que han sufrido reclutamiento forzado, y quienes pertenecen a grupos étnicos.
La conmemoración de este día tiene como objeto, contribuir con la eliminación de los abusos y honrar a las víctimas, quienes deben ser tratadas con respeto y discreción. Para mejorar sus condiciones es importante brindar seguridad y prevenir agresiones a futuro. Además, manifestar la importancia de denunciar a sus agresores y recibir atención médica oportuna, preferiblemente dentro de las primeras 72 horas después del ataque.
Para más información consulta:
[1] Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (2018)
[2] “Los delitos de lesa humanidad, como parte de un ataque generalizado y sistemático en contra de la población civil se pueden cometer contra hombres y mujeres, sin embargo, existen conductas que son realizadas especialmente en contra de las mujeres y los adolescentes como es el caso de los delitos sexuales” Programa Presidencial de Derechos humanos y DHI.